16 de junio de 2010

España sufre un gravísimo accidente

La selección española ya no puede fantasear con la posibilidad de elegir el cruce. Ahora, sólo debe plantearse un ejercicio de supervivencia que le haga pasar de fase como sea. Y eso sólo sucederá si gana los dos próximos partidos.
Ante Suiza, un país cuyo deporte nacional es el esquí alpino, España sufrió un gravísimo accidente. Un churro helvético dio lugar a la pesadilla de la derrota. Antes y después del gol, la selección tuvo el balón pero no le dio el mismo trato que otras veces. Con poca movilidad, con una velocidad de crucero parecida a la de un carretón de bueyes y el punto de mira desajustado, la selección buscó el gol a base de un barroquismo excesivo.
Del Bosque movió el banquillo sin éxito y la media hora final fue un drama, un quiero y no puedo en el que sobró el arabesco y faltó empuje. Con todo, un mal partido no debería convertir a la afición y a los jugadores en unos descreídos. El estilo es a lo que tiene y debe agarrarse España.
A los cinco minutos de comenzar el duelo, los papeles estaban repartidos. Suiza a esperar y España a jugar. Una cosa es querer el balón y otra que no lo quiera el contrario. Cuando sucede esto último, la cosa se complica. Es lo que Hitzfeld le propuso a Del Bosque: "Toma tú el balón que a mí me da la risa. Y, además, le voy a poner un guardia jurado a Xavi". Y España empezó a tejer con tanta paciencia como lentitud.
Enseguida, el nivel de posesión fue altísimo a favor de La Roja. Eso no se tradujo en grandes ocasiones. A España le faltaba profundidad y desborde. Entre tanto toque, se echaba de menos también la aventura solitaria de algún osado que buscara el "uno contra uno". Todo era demasiado académico. El exceso de balón provocó un cierto empalago porque incluso dentro del área los nuestros preferían tocar antes que rematar.
Tras el descanso, no varió el guión hasta que Suiza fabricó un gol rocambolesco, a base de rebotes, infortunios e imprecisiones. El caso es que el "golazo" de Fernandes valió lo mismo que el de Maradona a Inglaterra por muy horroroso que fuera para la vista.
Del Bosque tiró de Navas para abrir el campo y de Torres para meter el puñal. Le valió de poco. Navas estuvo impreciso en el pase y Torres espeso en los últimos metros.
La angustia se apoderó de España porque el tiempo volaba. A Suiza le bastó un poco de suerte y organización. Se le pudo acabar el chollo con un misil de Xabi Alonso al larguero igual que La Roja pudo haberse desangrado con un remate al poste de Barnetta.
Los diez minutos finales fueron el Barça-Inter de la Champions. Faltó Mourinho.
La caverna futbolística, representada esta vez por Suiza, se llevó por delante el fútbol de toque de España. Ahora, de ahí a cuestionar el modelo, va un mundo. Las convicciones de La Roja y de la afición española no pueden ser débiles. Hay que seguir creyendo.

Pettachi gana un sprint muy accidentado en Suiza

El italiano Alessandro Petacchi, del Lampre, ganó en un accidentado esprint la cuarta etapa de la Vuelta a Suiza, disputada entre Schwarzenburg y Wettingen, de 192,2 kilómetros, en la que el alemán Tony Martin (Columbia) mantuvo el maillot de líder.
Petacchi, de 36 años, tuvo la suerte de evitar una aparatosa caída a 50 metros de la meta cuando el británico Mark Cavendish (Columbia) chocó con el alemán Heinrich Haussler y se formó una montonera, con algunos corredores afectados, como Gerald Ciolek y Tom Boonen, entre otros
La fortuna se alió con 'Míster esprint', que entró en meta por delante del danés Matti Breschel (Saxo Bank) y el italiano Marco Marcato (Vacansoleil). El español José Joaquín Rojas (Caisse D'Epargne) fue cuarto, por delante del australiano Robbie McEwen (Katusha).
Un accidente espectacular que evitó la probable victoria de Cavendish, que había tomado la senda del triunfo, pero el británico arrolló a Haussler en un cambio de trayectoria que desencadenó la montonera, en la que también se fue al suelo el líder. El susto no evitó que Tony Martin (Columbia) mantuviera el jersey amarillo, un solo segundo por delante del suizo Fabian Cancellara (Saxo Bank) y 9 respecto al tercer clasificado, el sueco Thomas Lovkvist (Sky)
La escapada del día tuvo un único protagonista, el francés Brice Feillu (Vacansoleil), un joven atrevido de 25 años que decidió iniciar la aventura en solitario en el kilómetro 10. Todo un mundo por delante, pero un reto para el corredor que en 2009 ganó en el Tour la etapa de Ordino Arcalís, el día que Contador le dejó claro a Armstrong quien era el jefe de filas en el Astana con una breve pero significativa demostración.
Alejado de Tony Martin en la general, a 9.36 minutos, se lanzó en busca de la gloria. En el kilómetro 38 tenía una renta de 9.30, y fue cuando se produjo una ligera reacción del pelotón. Bajo el mando del Columbia de Cavendish la fuga se estabilizó en torno a los 5 minutos. El corredor de la Isla de Man tenía una ocasión importante para darse una vuelta por el podio de vencedores de etapa.
Las fuerzas empezaron a traicionar a Feillu a medida que se acercaba la zona caliente de la jornada. Pasó por el Regensberg (km 144) con apenas dos minutos de ventaja sobre Amets Txurruka, Aitor Hernández y el moldavo Pliuschin. Había empezado la caza y captura bajo el impulso naranja del Euskaltel. El impulso a bloque del cuadro vasco terminó de arruinar la aventura del bravo Feillu, que se diluyó en el pelotón a 25 kilómetros de meta.Nacía otra historia, otras ambiciones y otros movimientos tácticos, que se produjeron en el segundo ascenso a Regensberg, con el salto del canadiense Ryder Hesjedal (Garmin), el conquistador del Alto Velefique en la Vuelta'09, quien mantuvo un puñado de segundos delante de un pelotón voraz que rodaba a toda máquina. El Quick Step de Tom Boonen se encargó de cazar a Hesjedal.De nuevo, el pelotón compacto a 10 kilómetros de Wettingen. Momento para los equipos de los esprinters, que 'prohibieron' las aventuras que atentaran contra la posibilidad de llegada masiva. El Columbia se puso serio con el doble interés de buscar la etapa para Cavendish y mantener el maillot amarillo de Tony Martin. La escuadra estadounidense puso su ritmo endiablado sin llegar a controlar del todo la cabeza de carrera.
Los 'guepardos' estaban atentos, no faltaba ninguno, incluso Oscar Freire, merodeando los puestos de vanguardia. Pero la desagradable sorpresa se presentó a un paso de meta. Cavendish tomó la delantera y arrancó de manera explosiva. De repente varió la trayectoria e impactó con Hausler. En un segundo se formó un amasijo de hombres y bicicletas. La fortuna tenía la llave de la etapa y se la entregó a 'Alejet' Petacchi, que se encontró con su quinta victoria de la temporada.
Este miércoles se disputará la quinta etapa, entre Wettingen y Frutigen, de 172,5 kilómetros.

Clasificación de la etapa:
1.- Alessandro Petacchi (ITA) Lampre 4h.57.35
2.- Matti Breschel (DIN) Saxo Bank m.t .
3.- Marco Marcato (ITA) Vacansoleil m.t
4.- Jose Jaquín Rojas (ESP) Caisse d'Epargne m.t
5.- Robbie McEwen (AUS) Katusha m.t
6.- Juan Antonio Flecha (ESP) Sky m.t .
7.- Daniele Pietropolli (ITA) Lampre m.t .
8.- Bauke Mollema (HOL) Rabobank m.t .
9.- Andreas Kloden (ALE) RadioShack m.t
10.- Dries Devenyns (BEL) Quick Step m.t
... 31.- Andy Schleck (LUX) Saxo Bank m.t
32.- Oscar Freire (ESP) Rabobank m.t
34.- Lance Armstrong (USA) Radioshack m.t


Clasificación general:
1.- Tony Martin (ALE) Columbia 14h 35:37.
2.- Fabian Cancellara (SUI) Saxo Bank a 01.
3.- Thomas Lofkvist (SUE) Sky a 09.
4.- Rigoberto Urán (COL) Caisse D'Epargne a 10.
5.- Dries Devenyns (BEL) Quick Step a 11.
6.- Frank Schleck (LUX) Saxo Bank a 13.
7.- Jacob Fuglsang (SUE) Saxo Bank a 14. .
8.- Steve Morabito (SUI) BMC m.t
9.- Nicolas J.Castroviejo (ESP) Euskaltel a 15.
10.- Bauke Mollema (HOL) Rabobank a 17.
... 14.- Joaquín Rodríguez (ESP) Katusha m.t
22.- Lance Armstrong (USA) Radioshack a 30

El Caja Laboral tumba al Barça y confirma la sorpresa del año en el deporte español

El Caja Laboral es el nuevo rey de la ACB. Contra todo pronóstico, el conjunto vitoriano dio una lección de humildad a todos aquellos que denostaban la ACB, que pensaban que sería una liga de dos y que creían que nadie sería capaz de hacer sombra al Regal Barça.Con corajes, garra, trabajo y, como dijo Splitter, MVP de la final, "muchos cojones". Así se explican las lágrimas de Marcelinho Huertas al final del partido o la rabia de Fernando San Emeterio, el hombre del año en el baloncesto español. De su mano salió el tiro libre que daba la victoria al Caja Laboral, el tiro que suponía la caída de un gigante imbatible hasta ahora.
Con siete segundos por jugar, Basile falló el segundo de sus dos tiros libres. El Caja Laboral estaba dos abajo en el marcador y San Emeterio enfiló el aro. Recibió la falta de Terence Morris, pero el cántabro se rehízo para anotar una canasta desde debajo del aro que empataba el partido y valía un título que refrendó anotando el tiro libre adicional.
La derrota del Regal Barça fue inapelable, con un 3-0 que todavía cuesta escribir y creer. Dos victorias en el Palau Blaugrana y confirmación de la machada en Vitoria, ante su afición. Es, una de las mayores sorpresas del deporte espanol en los últimos tiempos y entre las más grandes que recoge la historia de la ACB, comparable al título de aquél histórico TDK Manresa.
Hoy, el Caja Laboral sacó su mejor traje, el de equipo grande de Europa. Ahora le toca festejar un triunfo que pudo haber llegado sin el milagro de San Emeterio. Con empate a 66 en el marcador y el tiempo agotándose, Eliyahu lanzó, o más bien soltó el balón, como llevaba haciendo todo el partido con un éxito espectacular. El balón fue taponado por Terence Morris y la polémica estalló en el Buesa
La sensación general es que ese balón estaba bajando y que el tapón de Morris debería haber sido declarado como ilegal. El tiempo esta vez sí hizo justicia, porque esa canasta, que hubiera supuesto el triunfo del Caja Laboral, fue devuelta por el destino en las manos de Fernando San Emeterio cinco minutos de juego más tarde.
Ni la resurección de Ricky Rubio en la prórroga ni el 0-9 que anotó el conjunto azulgrana en el tiempo extra fue suficiente. El título era, merecidamente, vitoriano.