25 de junio de 2010

Jeannie Longo, la eterna campeona

Hay deportistas que acaban convirtiéndose en monumentos. No sólo, en el caso de Jeannie Longo, porque puedan seguir compitiendo -y ganando- con 51 años, sino porque son ejemplos en los que la sociedad se puede mirar y contemplar cómo todo es posible.La longevidad de la legendaria ciclista francesa le viene de familia, puesto que su padre acometió la hazaña de subir el Mont Blanc, la montaña más alta de Europa con 4.810 metros, con la nada despreciable edad de 75 años, pero su talento es innato y su amor por las dos ruedas es algo que, por muchos genes que tengas, si no eres constante y lo cultivas se acaba perdiendo. Además, su madre seguía esquiando con 81 años y su progenitor, además de la hazaña del Monte Bianco, seguía practicando ciclo-cross con 91.Jeannie ama su deporte, ese que le ha dado la vida y que, superada la cincuentena, le sigue dando cada mañana una razón para levantarse y salir a entrenar con el claro objetivo de seguir ganando sin complejo alguno a causa de su edad. Su marido y entrenador, Patrice Ciprelli, es el gran apoyo de la francesa para continuar agrandando su leyenda desde que se conocieran y casaran en 1987, hace ya casi 25 años, una figura que alimenta sus ganas de ser cada día un poco mejor y jamás abandonar, como demuestra eset último campeonato de Francia de contrarreloj con 51 años.


Un palmarés inigualable
El palmarés de 'la Longo' es brutal, sencillamente estratosférico y algo que, probablemente, no se podrá igualar en demasiados años. Ganadora de tres Tours de Francia consecutivos, en los años 1987, 88 y 89, el momento culmen de su carrera fueron los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde consiguió una medalla de oro que en Barcelona se le resistió. Sus 13 campeonatos del Mundo son otra de las inigualables hazañas de la mejor deportista francesa de todos los tiempos, que sólo dejó de dar pedales en 1990 para intentar tener un hijo que nunca llegó.
"Todo el mundo intenta mandarme a pastar, pero quizás no hayan encontrado la manera de hacerlo", dijo una vez, algo que deja a las claras su carácter competitivo. Las arrugas no amedrentan a Longo, más bien al contrario, son una fuente de motivación y superación, un hecho que no puede pasar desapercibida para sus rivales, como para la campeona alemana Hanka Kupfernagel, que, tras quedar por detrás de la francesa en unas Olimpiadas reconoció que lo primero que se tomó en serio cuando se hizo profesional fue a Jeannie.
A pesar de que la bicicleta es su pasión y vida, Longo también ha tenido tiempo a lo largo de todos estos años para cultivar su mente con una licenciatura en matemáticas y un doctorado en la gerencia de los deportes. Mientras quiera y se vea capaz de seguir compitiendo al más alto nivel, habrá Jeannie Longo para rato. Ella es feliz viviendo con su marido en una gran casa en los Alpes alejada del ruido, algo que, si bien le ha granjeado la fama de distante, es uno de los secretos de esta campeona cincuentona.

John Isner gana el partido de todos los récords

John Isner entrará en la historia como el ganador del partido de todos los récords. El estadounidense se impuso a Nicolas Mahut en un choque que duró once horas, en las que se pudieron disfrutar de 183 juegos, 980 puntos, 215 saques directos, 490 goles ganadores... y sólo tres breaks.Después de que su imagen diera el miércoles la vuelta al mundo, John Isner y Nicolas Mahut acapararon este jueves gran parte de los focos mediáticos. El estadounidense y el francés debían acabar el partido más largo de la historia de este deporte. Salieron escoltados de los vestuarios como si se trataran de los dos últimos campeones del torneo y entraron en la modesta Pista 18 con gradas de apenas tres pisos bajo una sonora ovación del respetable. Tras un breve peloteo, comenzó el partido con un parcial de 59-59 en el marcador del quinto set y 9:54 horas en el reloj del tiempo consumido.
Finalmente fue Isner quien logró una victoria que pasará a los anales de la historia de este deporte. Un partido de la primera ronda de Wimbledon que se ha convertido en 'el partido de los récords'. Isner se impuso a Mahut por un marcador global de 4-6, 6-3, 7-6(7), 6-7(3) y 70-68 tras once horas y cinco minutos de juego. Nadie quiso perderse el encuentro del siglo y por ello las gradas están abarrotas. Entre ellas, John McEnroe no pierde detalle de lo que hace su compatriota en pista. En cuanto al área de prensa es reseñable que hubo más medios que en la Central, donde a la vez juegan Caroline Wozniacki y Kai-Chen Chang.
El partido se reanudó con Isner al servicio y cometiendo una doble falta, algo que no alteró su juego ya que en ese mismo juego 'inicial' consiguió su saque directo número 100. A partir de ahí, fue Mahut quien pareció más fresco físicamente, pero ninguno de los dos dieron su brazo a torcer. Parecía que el partido no se iba a consumir nunca, pues la paciencia de los presentes quedó colmada en la jornada de ayer. Fue finalmente en el juego 183 del partido cuando Isner aprovechó un error del francés en la red para lograr el punto de la victoria. Los dos se saludaron en la red a sabiendas de que habían entrado en la historia de este deporte. Pero sólo el nombre de John isner quedará grabado a fuego en la memoria de quien ha podido ver este partido histórico

Lorenzo golpea primero en Assen

Jorge Lorenzo sigue sin dar su brazo a torcer y se erigió de nuevo como el gran favorito a hacerse con la victoria en el Gran Premio de Holanda de MotoGP tras marcar el mejor crono en los primeros entrenamientos libres disputados en la Catedral.

Cannavaro se despide del fútbol de élite de la peor forma posible

Cuatro años después de coronarse como mejor jugador del mundo en Alemania y demostrar que defendiendo también se puede llegar a lo más alto, Cannavaro se despide del torneo que le llevó a la gloria de la peor manera posible, quedando eliminado en uno de los grupos más factibles y mostrando simplemente una sombra de lo que fue en su día.
Si en Alemania ‘Il Capitano’ fue un valladar inexpugnable y el líder de una defensa que marcó historia al recibir sólo dos goles a lo largo del torneo, esta vez el napolitano no ha sabido ser el hombre que aglutinase a jóvenes talentos y a los veteranos de siempre.
Mucho prometía a comienzos de temporada su combinación en defensa con uno de los zagueros más prometedores del panorama europeo, Giorgio Chiellini. Si en la Copa Confederaciones ya dejaron algunas dudas sobre su adaptación, en la Juve refrendaron su incompatibilidad, algo que se ha puesto muy a las claras durante este Mundial con errores más que sonados como el del propio Cannavaro ante Nueva Zelanda.
Fabio Cannavaro no ha dicho hoy sólo adiós a los Mundiales, si no también al fútbol de elite, ya que no ha sido capaz de encontrar un equipo acorde a sus exigencias en Italia, pese a que mostró su deseo en público de volver a su casa, Nápoles, y este verano pondrá rumbo a los Emiratos Árabes Unidos donde jugará en el Al-Ahli.