Rafa Nadal se clasificó para la final del US Open por primera vez en su historia. El de Manacor, que se impuso a Mikhail Youzhny en semifinales, podría convertirse este domingo en el tercer español en conquistar la Gran Manzana. Para ello, aún debe salvar un último escollo, que tendrá por nombre Roger Federer o Novak Djokovic.
Antes que él ya lo hicieron Manuel Santana (1965), Manuel Orantes (1975) y Juan Carlos Ferrero (2003). Rafa Nadal será el cuarto miembro de la 'Armada' en jugar la final del US Open. El número 1 del mundo y primer cabeza de serie del torneo consiguió este hecho tras doblegar en semifinales al ruso Mikhail Youzhny por un marcador global de 6-2, 6-3 y 6-4 tras dos horas y trece minutos de juego en el encuentro que abrió la jornada en el estadio Arthur Ashe. El sorteo inicial lo ganó Youzhny, pero fue el único momento en el que el ruso se vio con ventaja. El primer juego del partido, resuelto por Rafa en blanco al servicio, dejó muy a las claras lo que iba a dar de sí el choque: un Nadal agresivo, valiente definiendo en la red y buscando con insistencia la aceleración de la pelota. Youzhny, más defensivo de lo que está acostumbrado, cometía un error tras otro sin poder hacer más ante un rival disfrazado de muro. No tardó el balear en romper el servicio de su rival, en el cuarto juego y primera oportunidad, y a pesar de salvar una bola de break en la ratificación, no tuvo problemas para solventar el primer acto, el cual cerró con una nueva ruptura. El único pero planteable al número 1 fue sus errores a la hora de 'smashar' en la red, pues hasta en dos ocasiones, con toda la pista para él, tiró la pelota al muñeco y acabó perdiendo el punto.
El ritmo brilló por su asuencia en el segundo acto. Rafa forzó que no se entrara en un correcalles y fue él quien imprimió una mayor velocidad a los intercambios cuando quiso. Los errores no forzados se repartían en este acto por igual, lo que hizo que el primer break se demorara en exceso. Sin embargo, llegó por parte del esperado. Cuando se alcanzó el momento caliente del set, en el siempre clave octavo juego, Rafa puso sobre el tapete el punto de inflexión. Un punto, puntazo tras salvar dos ganadores de lado a lado de la pista y hacer efectivo un globo defensivo, levantó al público de sus asientos y minó la moral de un Youzhny que terminaría por rendirse ante el número 1. Luego, con el servicio, con el que siguió jugando mayoritariamente con primeros, selló el segundo set en su casillero.
Plantarse delante de Rafa con dos sets en contra tiene que minarte la moral voluntaria o involuntariamente. Desde el primer punto del tercer acto se vio que Youzhny arriesgó más, aunque como suele pasar en estos casos, era más corazón que cabeza. Quien no perdió la concentración fue Rafa, que tras lograr ponerse por delante en el marcador tras un nuevo break en el tercer juego, no bajó la intensidad para evitar sorpresas. Cuando todo el mundo advertía que se resolvería por la vía rápida, llegó una tímida reacción de Youzhny, que atacando la red, consiguió lo que antes sólo Fernando Verdasco había conseguido en este campeonato, hacerle un break a Rafa e igualar a cuatro juegos el set. Fue un oasis en el desierto, pues a continuación, y apoyado por errores garrafales de un crecido pero nervioso Youzhny, Rafa logró hacerle un nuevo break al 'Coronel'. Esta vez no falló y puso el punto y final al partido, sellando por primera vez su pasaporte para la final del US Open. El sueño, un paso más cerca.
Con esta victoria, Rafa mejora las semifinales alcanzadas en Nueva York en las dos últimas ediciones, por lo que tiene asegurado sumar puntos de cara a la clasificación mundial (480 si es finalista y 1.280 si es campeón). Mañana domingo tendrá ante sí la oportunidad de conseguir el último Grand Slam que le queda por ganar y entrar así en el selecto club de los hasta ahora seis jugadores (Fred Perry, Don Budge, Rod Laver, Roy Emerson, Andre Agassi y Roger Federer) que saben lo que es ganar los cuatro 'grandes'. Para ello deberá batir en la final al ganador de la segunda semifinal que enfrenta a Roger Federer, cinco veces campeón del US Open y finalista el año pasado, y Novak Djokovic, finalista en Nueva York en 2006.
