11 de julio de 2010

Francia pone fin a la hegemonía española en la Davis

España dijo adiós a su torneo fetiche en los últimos años y lo hizo de la peor manera posible, siendo arrollada por una Francia infinitamente superior en su feudo de pista sintética de Clermont-Ferrand. Los héroes de las dos pasadas finales, Feli y Verdasco, tiraron de casta pero no pudieron remontar el 2-0 adverso de los individuales y perdieron en cuatro sets (6-2, 6-1, 6-7(8), 7-6) el punto de dobles ante un Llodra infalible y un Bennetau muy firme en poco más de tres horas. La pareja española tenía ante sí la difícil papeleta de lograr el punto que mantendría vivo el sueño de conseguir tres Ensaladeras consecutivas, un objetivo, que visto lo visto, no estaba entre los objetivos primordiales de los primeros espadas españoles. Al otro lado de la red, se encontraban Michael Llodra, un auténtico muro con su saque y que cuenta en su haber con un Wimbledon y dos Open de Australia en la especialidad de dobles. La misión parecía clara para la pareja de zurdos, Feli y Verdasco, defender su saque y poner en apuros el servicio de Bennetau ante la imposibilidad de meter mano a Llodra. No en vano, sólo perdió un punto con su saque en los dos primeros sets que se convirtieron en una auténtica pesadilla para nuestros representantes sobre la pista ultra rápida puesta por los franceses para la ocasión. España dijo adiós a su torneo fetiche en los últimos años y lo hizo de la peor manera posible, siendo arrollada por una Francia infinitamente superior en su feudo de pista sintética de Clermont-Ferrand. Los héroes de las dos pasadas finales, Feli y Verdasco, tiraron de casta pero no pudieron remontar el 2-0 adverso de los individuales y perdieron en cuatro sets (6-2, 6-1, 6-7(8), 7-6) el punto de dobles ante un Llodra infalible y un Bennetau muy firme en poco más de tres horas.

La pareja española tenía ante sí la difícil papeleta de lograr el punto que mantendría vivo el sueño de conseguir tres Ensaladeras consecutivas, un objetivo, que visto lo visto, no estaba entre los objetivos primordiales de los primeros espadas españoles. Al otro lado de la red, se encontraban Michael Llodra, un auténtico muro con su saque y que cuenta en su haber con un Wimbledon y dos Open de Australia en la especialidad de dobles. La misión parecía clara para la pareja de zurdos, Feli y Verdasco, defender su saque y poner en apuros el servicio de Bennetau ante la imposibilidad de meter mano a Llodra. No en vano, sólo perdió un punto con su saque en los dos primeros sets que se convirtieron en una auténtica pesadilla para nuestros representantes sobre la pista ultra rápida puesta por los franceses para la ocasión.


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