31 de agosto de 2010

España juega con fuego y se quema

Cuando todo parecía haber vuelto al cauce de la normalidad, cuando ya reconocíamos sobre la pista las señas de identidad del equipo que tantos éxitos nos ha brindado y además disfrutábamos de los mejores minutos de España en mucho tiempo... entonces se hizo la noche. Un hundimiento de proporciones colosales que se entiende mejor con los números en la mano. A pocos segundos de finalizar el tercer cuarto, el campeón del mundo dejaba prácticamente sentenciado el choque. Siempre conviene advertir lo de 'prácticamente', e incluso se podría ser más prudente, porque en ocasiones surgen excepciones como lo acontecido en Izmir. Con 61-43 a su favor ya hacíamos cábalas sobre la posibilidad de quedar primero o segundo de grupo. A falta de un minuto para la conclusión del partido, las hipótesis se aparcaron para mejor ocasión. Kleiza puso a los lituanos un punto arriba 71-73 con una gran penetración. ¿Qué había pasado en apenas diez minutos?

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