9 de junio de 2010

Nadal restaura su reinado en el Roland Garros

Rafael Nadal se alzó con su quinto título en París tras vencer a Robin Soderling en la final de Roland Garros 2010. El tenista español fue bastante superior a su rival y se impuso por 6-4, 6-2 y 6-4 en dos horas y dieciocho minutos de juego. Este triunfo permite a Rafa recuperar la corona parisina perdida el año pasado y como premio adicional acarrea recuperar el número 1 del ranking ATP. En esta final, Nadal ha superado ampliamente a Soderling jugando un partido muy inteligente. El tenista sueco que tan bien había jugado esta semana ha encontrado en Nadal a un muro infranqueable y tan sólo en momentos puntuales ha sido capaz de exhibir su tenis de potentes servicios y certeros derechazos. Si a eso se le une el hecho de que no ha sido capaz de aprovechar ninguna de las ocho bolas de break que ha tenido, se explica porque se ha ido de la final por la vía rápida.

El partido comenzó con ambos tenistas algo nerviosos debido a la responsabilidad que imponía lo que se jugaban y ya con 2-1 Nadal tuvo problemas con su servicio, teniendo que levantar la primera bola de rotura. Pasado ese momento de susto inicial, Nadal se asentó más rápido en la pista, comenzó a controlar el juego de fondo y fue el primero en conseguir una rotura en el quinto juego, poniéndose con 3-2 para posteriormente consolidar la rotura y hacerse con e. 4-2. A pesar de ir por delante, Nadal estaba teniendo problemas con su servicio pero podía mantener su ventaja debido a que Soderling no aprovechaba sus oportunidades de rotura. El español tuvo tres bolas de set con 5-3 pero Soderling salió del problema a base de potentes servicios y tuvo que esperar a cerrar la manga con su saque.

En el segundo set, Soderling mostró por momentos su buen juego de derecha pero no podía romper el saque de Rafa que, por el contrario, rompió en el quinto juego de este set tras ponerse con 0-40 y aprovechar su octava bola de rotura. Nadal continuó con su tenis sólido y con una contradejada espectacular, un ace y una gran derecha consolidó la rotura. Incluso era raro ver como Nadal tenía más saques directos que un potente sacador como Soderling pero es que el español dominó esa faceta del juego y además hizo mucho daño a Soderling de fondo, variando alturas y cortando golpes que hacían mucho daño al sueco que no podía entrar en juego.Soderling veía el partido cada vez más complicado y con un doble falta dio a Nadal la oportunidad de ponerse con 5-2. Aunque no la consiguió en ese punto, si la aprovechó poco después porque el sueco volvió a echarle una mano enviando otra bola a la red. Con su servicio, Nadal se apuntó la segunda manga y encarriló el partido. Por si la cosa no pintaba bien, aún pintó mejor pocos minutos después porque Soderling había recibido un mazazo al perder esos dos sets y perdió su saque en el primer juego del tercero. Nadal se puso con ventaja de 2-0 y a partir de ahí el sueco ya se vio falto de fe y sin creer en si mismo, así que el partido fue para un Nadal que se hace con su séptimo torneo de grand slam y su torneo ATP número 40.

De esta forma, Nadal pone la guinda a una inmejorable gira de tierra ganando en Roma, Montecarlo, Madrid y ahora París.

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