3 de julio de 2010

Nadal exhibe su mejor tenis para ganar a Murray y sellar su pase a la gran final

Rafa Nadal volverá a la final de Wimbledon dos años después de aquel memorable partido ante Roger Federer que le dio su primer y único título en Londres hasta la fecha. El balear ganó en tres mangas a Andy Murray, el ídolo local, y se jugará el título ante Tomas Berdych, verdugo de Roger Federer y Novak Djokovic entre otros.Desde que Fred Perry ganara tres Wimbledon consecutivos entre 1934 y 1936, sólo un británico ha podido acceder a la gran final del domingo. Fue Bunny Austin en 1938 y la perdió ante el estadounidense Don Budge. Mucho ha llovido desde entonces... y aún tendrá que llover, pues Andy Murray cayó en semifinales este año a manos de Rafa Nadal por un marcador global de 6-4, 7-6(6) y 6-4 tras dos horas y veinte minutos de juego en el encuentro que cerró la jornada en la Pista Central del All England Club. "Estoy contento porque Murray es uno de los mejores tenistas del mundo". Estas fueron las primera impresiones de Nadal aún a pie de pista tras tornar el sueño británico en pesadilla. Poco se le puede achacar a un Murray que hizo un partido casi perfecto pero que falló en momentos puntuales. Y fallar ante un número 1 como Rafa, que nunca baja la guardia, se paga muy caro. El escocés estuvo imponente con el servicio del primero al último set. El primer acto se consumió tras 37 minutos de juego merced a un break que logró Rafa en el noveno juego. Apenas se dieron opciones el uno al otro con el resto (Nadal sólo consiguió 8 puntos por 7 de Murray), pero la primera opción de ruptura que tuvo el balear fue suficiente para tomar ventaja en el luminoso.
El segundo acto siguió los mismos pasos que el primero, si bien Rafa comenzó a sufrir cuando sus primeros saques no entraban. Murray se tiró a la red como Nadal lo había hecho en el primer set para meter presión a su rival y a punto estuvo de recoger sus frutos. En el siempre clave octavo juego, el escocés tuvo un 15-40 que sin embargo no pudo llevar a efecto. Nadal reaccionó a tiempo y no sólo solventó el momento de apuro sino que forzó el tie-break tras firmar dos juegos en blanco. Hasta la muerte súbita, el balear sólo había podido hacer cuatro puntos como restador. Fue Murray quien tomó ventaja primero en la lotería del set (2-0), igualando el marcador Nadal poco después (3-3). Una doble falta del balear propició que el escocés se encontrara con la opción de servir para hacerse con el set (6-5), pero un nuevo coletazo de Rafa, restando muy profundo a los pies de Andy, dieron la vuelta a la tortilla y terminó apuntándose también el tercer set. Enmudecía 'La Catedral'...

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