El atletismo español nunca falla

Sumergidos en la auténtica edad de oro del deporte español, el atletismo, pese a las enormes expectativas generadas, volvió a cumplir en los Europeos de Barcelona y regaló a los aficionados ocho medallas muy meritorias en una disciplina en la que cada vez desembarcan más rivales procedentes de otros lugares del mundo. Tras tres primeras jornadas llenas de sinsabores y sin ninguna medalla, nuestros atletas se pusieron manos a la obra y consiguieron ocho metales en la recta final del campeonato acercándose a la decena, un objetivo que se rebasó en los dos últimos Europeos (15 en Munich 2002 y 11 en Gotemburgo 2006). Lo cierto es que se ha producido un pequeño retroceso hacia el siglo XX cuando el atletismo patrio no conseguía acercarse a la mágica cifra de las diez medallas hasta que llegaron las Olimpiadas de Barcelona y los Mundiales de Sevilla que dieron un gran empujón a los atletas de cara a luchar por grandes objetivos. Un esfuerzo económico que en la actualidad ha menguado considerablemente, según han denunciado algunos componentes de la Armada española.La prueba reina por excelencia, el 1.500 metros, ha sido un auténtico de pozo de petróleo para los nuestros tanto en hombres como en mujeres. Cuatro medallas en total, dos oros y dos bronces, que han hecho revivir a aquellos que se han acercado a la montaña mágica la inolvidable medalla olímpica de Fermin Cacho.

El 'milqui' sólo ha sido el primer responsable del éxito del medio fondo y el fondo que se han revelado como nuestra mejor baza para los Mundiales de Daegu (Corea del Sur) el año que viene y para las Olimpiadas de Londres. La plata y el bronce de Marta Domínguez y José Luis Blanco en 3.000 obstáculos y los segundos puestos del incombustible Chema Martínez en maratón y de Jesús España en el 5.000 han completado los frutos cosechados por la delegación española que ha terminado sexta en el medallero. Si el fondo español ha triunfado en la Ciudad Condal, otras modalidades como el salto de altura, el lanzamiento de disco o las pruebas de velocidad, por poner un ejemplo, necesitan una profunda reflexión tras sumar otra gran competición sin tocar metal. Otro de los aspectos a tener en cuenta es la avanzada edad española de nuestros medallistas. Sólo Arturo Casado y Manuel Olmedo están por debajo de la treintena. Sin embargo, una de las notas positivas ha sido la irrupción de jóvenes valores como Eusebio Cáceres en longitud y los chicos del 800, Kevin López y Luis Alberto Marco.